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SIN TÍTULO
Por Víctor Fuertes Caballero (León)

De la noche el amigo
Caigan piedras, rayos, truenos
Lluevan chuzos de punta
o se desplome un alero
era nuestro paisano
Genaro el pellejero.
De las muchas correrías
que vivió este elemento
les paso a relatar
una que dicen, es cierto
le sucedió a su pesar
un Jueves Santo de esfuerzo:
borracho en un lupanar
se le puso rojo un huevo.
Visitado el infectado
por Isidro el curandero
tras el galeno observar
y aplicarle un ungüento
recetole este tomar:
al desayuno un pomelo
para comer buen pescado,
a la plancha, poco hecho.
Para cenar verduras,
acelga, espinaca, puerros
y lo más importante,
no te me acerques al cerdo.
Para curar la zona
Agua y jabón recomiendo,
Cada día unas friegas
Con un alcohol de romero
Y un mes has de abstenerte
De la monta cuerpo a cuerpo.
Escuchado todo esto
Responde Genaro al momento:
Del desayuno pasamos
Que no soy muy mañanero
Pues antes del mediodía
No suelo estar despierto.
Lo de la verdura, oiga,
Se la echamos al conejo
Luego lo tiró al río
Por la tarde lo repesco
Me lo cocina la Patro
Con patatas lo meriendo
Como así verde y pescado
Los dos en un mismo intento.
El alcohol, querido Isidro,
Ese genial refresco,
Pecado debe de ser
Gastarlo en otro invento
Que no sea el de llenar
La garganta del sediento.
Las friegas ya me las dan
Mis amigas del convento
Que tendré que visitar
Respetando su consejo
No antes de treinta días
Que creo es un mes entero.
Pero lo más difícil,
No sé yo como hacerlo,
Es el tener que ir a ciegas
No me cruce con un cerdo
Pues camino a diario
Cerca del ayuntamiento.
Y en ese ilustre edificio
Trabajan,  a paso lento,
Políticos, concejales
Y asesores de lo nuestro
Preocupados día a día
En gestionar los dineros
Repartiéndolos en sobres
Con recibí de por medio.
Tanto para viajar
A reuniones del Consejo,
Tanto para las obras
Que nos requiere el clero,
Para comidas de empresa,
En Pucela, por supuesto,
Para vinos en el Bar
Cenas de copa y choteo
O para arreglar la vida
A la hija de sus suegros,
O a la querida o querido
Del mandamás del gobierno.
Todo lo aquí relatado
Es literal reflejo
De lo que un cura difunto
Contó a su hijo pequeño
Una noche que en su cama
Se le apareció en sueños.
Contole también que al morir
Genaro se fue al cielo
A ese que vas cuando palmas
De normal o de atropello.
Y que allí tras consultar
San Pedro con los expertos,
Quina Santa Catalina
Y San Miguel cero cero,
Con la venia de su jefe
Y por celestial Decreto
Nombró a nuestro hombre
San Maestro Bodeguero.
Y aquí tenéis el milagro
Del honrado pellejero
Que siendo ateo en vida
Llegó a Santo, no menos,
Para el que pido señores
Con elegancia y respeto
Levantemos nuestras copas
Y bebamos sin duelo
Por nuestro santo Genaro
Del orujo compañero
Ese bendito canalla
Leonés, borracho y putero.



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