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IX CERTAMEN GENARIANO DE VERSOS BURLESCOS
A continuación se presenta un especial de todo lo relacionado con la convocatoria
del noveno certamen celebrado en 2019.

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ACTA DEL FALLO DEL JURADO

POEMAS


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MILAGRO DE SAN GENARO
Por Man Villaroel (Asturias)

(Arrepentimiento de Moncha de Lugo)
Romance en copa sostenida mayor opus 69

¡Oh, calles de los borrachos!
San Genarín os guarda
desde los cubos de piedra
que anuncian estas murallas.

El cacareo de los gallos
viene anunciando la aurora,
cuando por el Húmedo oscuro
baja, arrepentida, la Moncha.
Cobre bruñido, su carne,
huele a tabaco y a sombra.
tensos bieldos sus muslos,
mueven caderas redondas.
Moncha, ¿a quién buscas
solitaria y a estas horas?

Busque a quien busque,
dime: ¿a ti qué te importa?

Me preocupan tus andares
trasnochados y a deshoras
rebuscando, quizás, censuras
de políticos de alcurnia
de los que, por genética,
aprueban oposiciones
todos juntos en familia.
¿Buscas derrocar tronos,
establecer la república,
montártelo de ocupa,
silenciosa como topo,
o independizarte del todo?

No busco censurar a nadie
ni de nada soy ocupa
ni soy un gameto veloz
que del trono se preocupa.
Busco manumisión personal,
la independencia la dejo
para el que viaja en tartana
a humillarse en Waterloo.
Soy orgullosa y por eso
con toda mi fuerza me rebelo
contra la esclavitud sexual.
Voy a llevarme a mi pueblo
mi pesar y mis dos tetas.

Si a la liberación aspiras
de este mundo zalamero,
no te faltará razón,
pero huérfanos nos dejas
de tu fogosa pasión.

Ni es pasión ni es fogosa
es triste humillación
y servidumbre forzosa.
De este mundo de lisonjas
quiero yo emanciparme
que son las voluntades,
quebradas por el dinero,
las que sufren en silencio
los abusos de terceros.

Moncha de mis entretelas,
alazana que se desboca
al fin se topa el Torío
y en sus aguas se ahoga.

No me recuerdes las aguas,
que lágrimas negras mojan
las mis mejillas gallegas
amasadas con chubascos
tormentosos del Cantábrico.

¡Moncha, qué triste pena!
¡Qué pena tan lacrimosa!
Lloras Albarín Blanco,
Prieto Picudo, Mencía,
Garnacha tintorera
y mosto de Palomino.

Lloro mosto, vino tinto
y blanco de doña Blanca,
Godello y Malvasía.

¡Qué pena tan grande tengo!
Bebo otra copa y arrastro
mis dos trenzas por el suelo
del mostrador al camastro.

¡Qué pena! Ya tengo preparada,
con vestidos y camisas, la maleta,
con los zapatos, las sandalias,
abrigo y faldas plisadas.

¡Ay, mis sostenes de organdí!
¡Ay, tus senos de porcelana!
¡Ay, mis braguitas de dril!
¡Ay, tus muslos de amapola!

Herrero cántame un tango
que llore desconsoladamente
la pérdida de don Genaro.

Gafas, ¡llévame a Lugo!
Necesito abandonar
esta vida de perjuro
y beber, hasta cantar,
vaso tras vaso de orujo.

Adiós Rico, adiós Porreto;
aquí se despide la Moncha
de esta vida de pecado,
de alubias de la Bañeza,
de lujuria, de venado,
de botillo del Bierzo,
de morcilla Matachana,
de cocido maragato,
de cecina, de ancas de rana,
de bacalao del arriero,
callos y morros de cerdo,
sopas de ajo y de trucha,
de embutidos de Gordón,
y conejo a la parrilla;
me voy a comer pescado
a Fonsagrada en Galicia
que es tiempo de penitencia
y del regodeo abstinencia.

Mi ajada virginidad la consagro
a san Genarín el sediento
que Dios tenga en su seno,
a su diestra y en su escaño
con una copina de orujo
siempre llena y a la mano.

Apenado el Torío llora
zumo de naranja amarga.
Con las flores de sus orillas
le tejieron la corona
a nuestro santo Genaro
doña Francisquita,
Bailabotes, Anselma,
Matacorderos y la tía Casilda.

En la taberna del Carabina
los evangelistas reunidos
le rezaron un responso
celebrando la Palabra,
la Pitanza, la Bebida
y la sarcástica Poesía
bien mojada con vinos
de Cacabelos y el Bierzo.

Prohibida la celebración
los Evangelistas, sin prisa,
fueron muriendo con tiento.
Solo quedó el Apóstol
para volver a celebrar
la procesión y el evento
que a los próceres sentó mal.

¡Oh, calles de los borrachos!
San Genarín os guarda
desde los cubos de piedra
que anuncian estas murallas.



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COFRADÍA DE NUESTRO PADRE GENARÍN