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AL DIOS BACO DE LA MITOLOGÍA LEONESA
Por Javier Matilla Domínguez (Trobajo del Camino - León)

Año del Señor que reza
de la lista el veintinueve,
mes de marzo en el relieve
donde se lee con tristeza
en una nota muy breve:

“Todo ocurrió en jueves santo,
cuando diole el apretón
a Genaro el de León
por haber tirado tanto 
de la copa y el porrón”.

Pero primero `pongamos 
a su dueño en coyuntura,
que es compleja tesitura
contar lo que imaginamos
con una cierta cordura:

Hablamos de un gran cazurro,
hombre sabio en los placeres
que tenía entre sus deberes
hacer de la fiesta el curro,
y del curro sus quereres.

Es León en estos años
con sus calles blasonadas
y burdeles a patadas
una ciudad de redaños,
de sotanas y preñadas.

Mas, por visitar le daba,
lupanares y cantinas
donde en todas las esquinas
una mano le agarraba
por sus partes más divinas.

¿Sería “la Bailabotes”,
o tal vez “Matacorderos”
quienes cobraran esmeros
sirviéndose de sus dotes
para tapar agujeros?

El barrio de San Lorenzo,
noctámbulo y cortesano
proclamó su fiel decano
al genio que dio comienzo
lo que hoy empieza en el grano.

Con antorchas y estandartes,
pisemos juntos sus huellas
que nos llevan cual estrellas
a los recios baluartes
testigos de mil querellas.

Fue el camión “la bonifacia”,
juez implacable y verdugo
llevado por un tarugo
inexperto y sin audacia
el que le alcanzó en el cubo.

Sigue levantando ampollas
su gran procesión pagana,
mas todo el clero se afana
en ponerle unas argollas
y zurrarles la badana.

Son nuestros niños pequeños
que sacan así la raza
cuando sienten la amenaza
de quedarse sin los sueños…,
y juegan su última baza.

¿Quién pone puertas al campo,
si estamos aquí de prueba?.
Hermanos de Adán y Eva
que vieron luces de lampo
en la manzana longeva.

Paraíso del putero
es ésta gente traviesa
que peca y no se confiesa.
¡Hagámosle pregonero
de ésta sociedad burguesa!

Como diría Genarín
si estuviera en la zarzuela:
“¡Al que robe a la cazuela!.
¿Quién es ese Urdangarín,
que hasta al juez le cortan tela?”

¡Ay, pobre infanta Cristina!.
Que al final está imputada
y se muestra despistada
al sentir la guillotina
encima de su coartada.


Que me dicen de la maña
que se han dado estos videntes
engañando a tantas gentes,
desde Bankia o Caja España
con todas sus preferentes.

Que se las metan despacio
sin sedación y con tino
por donde amarga el pepino,
y los pongan cual batracio
en decúbito supino.

Y es que todos dan el pego.
¡Que se arregle ya este cisco,
que devuelvan todo al fisco,
y que se operen del ego
en Clínica San Francisco!.

El ministro Gallardón
quiere otra ley del aborto,
pues la iglesia lo ata corto
poniéndolo de mandón
por si no vale el exhorto.

¡Vallase señor alcalde,
la plaza el grano se queda!
¿No ha leído a Gamoneda,
que le ha dicho y no es en balde
que lo piense y retroceda?.

En el musac de las galas,
modernistas y bisoños
exponen fotos de coños
tan tupidos y con alas,
que algunos parecen moños.

Dos mil años nos separan
de conquistas y batallas,
de romanos en toallas
que en las termas se bañaran 
a falta de buenas playas.

Casi todos con la gota 
y bulímicos perdidos,
que con los dedos metidos
echaban así la pota
como zombis poseídos.


Veneraban al dios “Baco”,
dios del vino y las orgías,
que llegó hasta nuestros días
encarnado en un verraco
con muchas analogías:

Aquel, con bella corona
de una vid en su altozano,
éste con laurel romano,
uno con vieja copona,
el otro botella en mano.

Huele a humo en el ambiente.
Es la pipa de Carnero
que la apretó con esmero
y en el cielo está aun caliente,
lo dice Pérez Herrero,

Que anda loco de contento,
pues hay otro evangelista
que se ha sumado a la lista
de los hombres con talento
por fiel amigo y copista.

De los que milagros vieron
dignos de ser mencionados:
redenciones y curados,
equipos que se rindieron,
o ladrones lesionados.

Por orden de los hermanos
de esta santa cofradía.
¡Ensalcemos en su día
levantando nuestras manos
al patrón de la osadía!



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