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Enrique Fernández Diez ‘Kike’ contribuyó de forma decisiva a recuperar el Entierro de Genarín a finales de los 70. El polifacético director teatral, recordado por grupos como Grutelipo o La Fragua, teatralizó la historia del Bendito Canalla en un auto sacramental titulado ‘Tragicomedia del amor y del orujo’. Apasionado de la escena, revolucionario, hiperactivo creador de cultura en aquel León en transición, dirigió la primera representación del auto en la Plaza Mayor, devolviendo a Genarín a la vida pública, rescatándolo, junto con otros muchos benditos, de la prisión de la censura.

En los años siguientes, al lado de Paco Pérez Herrero, continuó engrandeciendo la religión genariana con su activa participación en El Entierro, que se dotó de toda la parafernalia necesaria para trasladar el mensaje de picaresca, gozo ante la fatalidad y devoción por el orujo que guió la vida del Santo Pellejero. Con tanto talento como devoción, ‘Kike’ se entregó a la historia del malogrado borrachín con irreverencia y transgresión. En una ciudad en la que la cultura no oficial buscaba su espacio, la ingente producción del dramaturgo no siempre fue entendida como él esperaba, pero su contribución a esta Cofradía es imborrable, como también lo es su huella en la ciudad. Una mínima prueba de su enorme personalidad está en la Universidad de León, depositaria de los cientos de valiosos libros de su biblioteca dramática.

Un momento de unos de los ensayos de La Fragua

Legendario maestro, iniciador de neófitos, su legado será siempre fuente de inspiración para todos los devotos de Genarín.




NUESTRA HISTORIA LOS EVANGELISTAS OTROS AUTORES > Kike > Julio Llamazares > David Simón > Prensa EL ESPACIO A FERMÍN ARTÍCULOS EN VENTA CONTACTO > Quiero ser cofrade > Escríbenos		KIKE Enrique Fernández Diez ‘Kike’ contribuyó de forma decisiva a recuperar el Entierro de Genarín a finales de los 70. El polifacético director teatral, recordado por grupos como Grutelipo o La Fragua, teatralizó la historia del Bendito Canalla en un auto sacramental titulado ‘Tragicomedia del amor y del orujo’. Apasionado de la escena, revolucionario, hiperactivo creador de cultura en aquel León en transición, dirigió la primera representación del auto en la Plaza Mayor, devolviendo a Genarín a la vida pública, rescatándolo, junto con otros muchos benditos, de la prisión de la censura. En los años siguientes, al lado de Paco Pérez Herrero, continuó engrandeciendo la religión genariana con su activa participación en El Entierro, que se dotó de toda la parafernalia necesaria para trasladar el mensaje de picaresca, gozo ante la fatalidad y devoción por el orujo que guió la vida del Santo Pellejero. Con tanto talento como devoción, ‘Kike’ se entregó a la historia del malogrado borrachín con irreverencia y transgresión. En una ciudad en la que la cultura no oficial buscaba su espacio, la ingente producción del dramaturgo no siempre fue entendida como él esperaba, pero su contribución a esta Cofradía es imborrable, como también lo es su huella en la ciudad. Una mínima prueba de su enorme personalidad está en la Universidad de León, depositaria de los cientos de valiosos libros de su biblioteca dramática. Un momento de unos de los ensayos de La Fragua Legendario maestro, iniciador de neófitos, su legado será siempre fuente de inspiración para todos los devotos de Genarín. Kike, Paco Pérez Herrero y componentes de La Fragua Cabezudo que idealizaba a Genarín con Paco
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